La clonación reproductiva pudiera hacer posible que los investigadores hagan copias de animales con posibles beneficios para los campos de la medicina y la agricultura.
Por ejemplo, los mismos investigadores escoceses que clonaron a Dolly han clonado otras ovejas que han sido modificadas genéticamente para producir leche que contiene una proteína humana esencial para la coagulación sanguínea. La esperanza es que algún día esta proteína pueda ser purificada de la leche y ser dada a seres humanos cuya sangre no coagule correctamente. Otro posible uso de los animales clonados es para evaluar nuevos medicamentos y estrategias de tratamiento. La gran ventaja del uso de animales clonados para evaluar medicamentos es que son todos genéticamente idénticos, lo cual significa que sus respuestas a los medicamentos deberían ser uniformes en vez de variables, tal como se ve en los animales con distintas composiciones genéticas.
Después de consultar a muchos científicos independientes y expertos en clonación, la Administración de Alimentos y Medicamentos (Food and Drug Administration, FDA) de EE.UU. decidió en enero de 2008 que la carne y la leche de animales clonados, tales como el ganado vacuno, cerdos y cabras, son tan seguras como aquellas que provienen de animales no clonados. Esta medida tomada por la FDA significa que los investigadores tienen ahora libertad para usar métodos de clonación para crear copias de animales con características agrícolas deseables, tales como una alta producción de leche o carne magra. No obstante, debido a que la clonación todavía es muy cara, tomará probablemente muchos años antes de que los productos alimentarios de los animales clonados se encuentren de hecho en los supermercados.
Otra aplicación es crear clones para producir poblaciones de especies animales en peligro de extinción o posiblemente incluso ya extintas. En el 2001, investigadores produjeron el primer clon de una especie en peligro de extinción: un tipo de buey asiático conocido como guar. Lamentablemente, la cría de guar, que se había desarrollado en el interior de una madre sustituta vaca, murió tan sólo unos pocos días después de su nacimiento. En el 2003, otro tipo de buey en peligro de extinción, conocido como banteg, fue clonado exitosamente. Poco tiempo después, tres gatos salvajes africanos fueron clonados utilizando embriones congelados como una fuente de ADN. Aunque algunos expertos piensan que la clonación puede salvar a muchas especies que de otra manera desaparecerían, otros argumentan que la clonación produce una población de individuos genéticamente idénticos que carecen de la variabilidad genética necesaria para la supervivencia de las especies.
Algunas personas también han expresado interés en que se clone a sus mascotas difuntas con la esperanza de obtener a un animal similar para reemplazar al muerto. Pero, tal como se demostró con la gata clonada Cc, es posible que un clon no resulte exactamente como la mascota original cuyo ADN fue utilizado para crear el clon.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario